El Duelo de la muerte de mi Padre. Sanando heridas emocionales.-

El Duelo de la muerte de mi Padre. Sanando heridas emocionales.-

Escrito por: Solia Centeno de Baglivo.-

Santa Cruz de la Sierra, Miércoles 9 de Octubre del año 2024

Hoy honro los dos años de fallecimiento de la muerte física de mi Papá Roger José Centeno Sánchez (Villamontes 8 de Julio 1949 – Santa Cruz de la Sierra 9 de Octubre de 2022) Coronel del Ejército de Bolivia del arma Caballería, escritor, historiador, investigador, gran impulsor de la hermandad entre los descendientes de los combatientes de la Guerra del Chaco de Bolivia y Paraguay  (1932 – 1935), fue promotor de varias actividades culturales históricas entre las autoridades nacionales y regionales de Bolivia y Paraguay incluyendo la devolución de trofeos de guerra para promover lazos fraternales y turismo histórico educativo.

Hermosa causalidad que en la madrugada de hoy despertamos con una hermosa y torrencial lluvia llena de truenos y relámpagos, luego de una temporada mayor a un mes de sequía, respirando la humareda de los incendios forestales en el Oriente, Amazonas y Chaco de mi país.

Un día como hoy 9 de octubre del año 2022, era un día domingo, el alma de mi Papá abandonó su cuerpo en la sala de Terapia Intensiva de una clínica privada luego de 5 agotadores años de batallar con resiliencia contra el cáncer.

Un día antes de su muerte, tuve la  última conversación con mi Papá, a pesar de su estado delicado, él tenía esperanzas que el Creador le brinde unos meses más de vida. Tenía programado un viaje a Paraguay con el Dr. Herland Vaca Díez (fallecido un año y medio después) y otras autoridades civiles y militares y muchos otros proyectos en camino que no logró concretar, que posteriormente nosotros como familia logramos materializar como la entrega el cuadro de la Familia Garrón de Bolivia en favor de la Familia Velilla de Paraguay con un homenaje póstumo a mi Papá.

Al día siguiente (Domingo/09/Oct/2022) llegué a acompañarlo al inicio de la hora de visitas a Terapia Intensiva, al ingresar a sala en ese momento  estaban cubriendo su rostro con la sábana y desconectando todos los cables que estaban en su cuerpo. Fue un momento de shock para mí mamá y para mí.

La Clínica certificó su muerte a las 9:30 am, él eligió separar el alma del cuerpo en silencio  justo antes que lleguemos con mi Mamá. Cómo buen militar hasta el último momento asumió su dolor en privado, el siempre decía no quiero que me vean con dolor, no quiero que me  lloren, recuérdenme con alegría y con música chaqueña (haciendo referencia a su región de nacimiento el Gran Chaco).

Debo admitir que fallé a mi Papá en esta petición,  cuando falleció lloré profundamente durante el duelo, fue un duelo largo descargando todo el dolor que tuve reprimido durante los cinco años que transcurrió su enfermedad en sus cinco últimos años de vida (2017 – 2022), como familia estuvimos apoyando a mi Papá en crearle un entorno emocional saludable para sobrellevar la metástasis del cáncer, sin embargo no tomamos consciencia de todas las emociones de impotencia que estuvimos guardando en todo ese tiempo que lo vimos sufrir del dolor de la enfermedad.

Cuando una persona ha marcado momentos importantes en tu vida y ha sido influencia positiva en tu crecimiento personal es normal que el dolor de la ausencia sea más profundo y el duelo sea más largo.

El duelo puede durar meses o años, se atenúa con el paso del tiempo, es una emoción fuerte, a veces abrumadora, por eso es esencial encontrar maneras de sobrellevar la pérdida y buscar maneras de aprender a convivir con ella para evitar que el dolor se prolongue en sufrimiento y depresión.

Una de las costumbres ancestrales más antiguas de todas las culturas es la HONRA A LA MEMORIA DE LOS PADRES en vida y después de la muerte, Honrar a los padres es uno de los diez mandamientos que Moisés recibió en las Tablas en el monte Sinaí (Torá, Parasha Itró: “La Entrega de la Torá” Exodo (Shemot) 18:1–20:23), respetamos a los padres porque nos dieron el regalo de la vida, honrar a quienes nos trajeron a la existencia es un ejemplo para duplicar bondad en las nuevas generaciones.

No importa cuan difícil haya sido el carácter de un Padre, un hijo tiene la obligación de mostrar honor y respeto, ésta actitud trae bendiciones y larga vida para el hijo, y para los hijos de sus hijos según la sabiduría ancestral de la Torá. Todo lo que hacemos se duplica en nuestro hijos, así como tratamos a nuestros padres así nos tratarán nuestros hijos y así como recuerdo la memoria de mis padres así me recordarán mis hijos.

El respetar a los padres nos lleva a sentir mayor gratitud con El Creador (HASHEM), el amor y respeto que expresamos en nuestra vida cotidiana con nuestra familia y entorno cercano se convierte en hábito y se amplifica en todas las áreas de nuestra vida.

Adoptando esta filosofía de principios y valores ancestrales decidí transformar la energía de mi duelo en inspiración para continuar los proyectos que mi Papá dejó pendiente antes de morir para seguir construyendo un legado familiar. El legado es el resultado de un proceso, del tiempo compartido y de relaciones profundas. Mi padre sembró relaciones humanas en torno al turismo histórico entre Bolivia y Paraguay, dejó una marca, una huella que construyó con esfuerzo consistente y diario, con mucho sacrificio y con un fuerte sentido de destino que hoy en día trasciende en mi vida.

Cuán importante es encontrar denominadores en común con nuestros ancestros para construir un legado, un camino que guíe a las nuevas generaciones de una familia. El legado de los padres marca un camino, una visión, una escala de valores en el corazón de los hijos, continuar un legado crea una identidad que ayuda a fortalecer el sentido de avanzar en la vida en medio de un mundo lleno de tantas distracciones superficiales, intrascendentes y que alejan al desarrollo del ser.

En mi presente, a través de cada actividad que realizo en relación a continuar los proyectos que mi Papá inició en el ámbito cultural educativo siento que estoy honrando su memoria, y es en ese momento que el vacío de la tristeza se transforma en inspiración para avanzar, en fuente de creatividad para sincronizar mis proyectos personales con los proyectos que dejó pendiente mi Papá.

Cada persona tiene una manera diferente de expresar el duelo, nuestra tarea como dolientes es aprender a utilizar hábitos de vida para encontrar un equilibrio entre el cerebro racional y el cerebro emocional, si sentimos incapacidad en lograrlo de manera personal el siguiente paso es pedir ayuda y conectar con personas que ya vivieron y superaron experiencias de duelo, son las adecuadas para orientar en estos casos, siempre hay alguien que lo hace mejor y tiene herramientas educativas, emocionales para compartir.

Luego de dos años de la muerte física de mi Padre aprendí a llenar el vacío de la ausencia física de mi Papá enfocando mi energía en mejorar cada día como persona y continuar las obras de su legado literario, histórico, educativo. He construido el pensamiento de que “cada acto que realizo representa mis valores, honra la memoria y los valores de mi padre, representa los valores de mi madre, honra la memoria y representa los valores de mis ancestros y es la semilla que abrirá puertas a mis hijos y descendientes”. Este pensamiento me inspira entusiasmo con la vida al despertar cada día y me llena de creatividad para seguir creando nuevas experiencias.

Si estás pasando momentos de dolor por la muerte de un ser querido revisa cuáles era las actividades que esa persona amaba hacer cuando estaba en vida, cuáles eran sus sueños, si los llegó a cumplir ó si los dejó pendientes para continuar, de alguna forma encontrarás  un camino para honrar la memoria de tu ser querido y transformar la tragedia en inspiración para continuar ó construir un legado.

¡Gracias Papá Roger José Centeno Sánchez que su memoria sea una bendición! La paz sea con él.

Gracias por leerme

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